Ella, tanteaba en su cabeza, las yemas de sus dedos perdieron parte de su sensibilidad, esto no era una picazón cualquiera, era su tic, no pasaba desapercibido, se buscaba un piojo, una caspa, espinilla, un algo...llámenlo nerviosismo, secuela, manía, como fuese, sus dedos podían dar vuelta pan queques sin quemarse, apagar una vela sin saliva.
Comenzó a creer que "eso" de los piojos verdes era verdad y que estos eran productos de la tristeza. ¡Que bálsamo, que mal enjuague, que estática, que años de dale que dale con peineta fina y vinagre (ajenjo y cuacia pa' rematar)!. Los piojos de la melancolía, los piojos que salen cuando la gente muere, el bicho ese de la almohada de plumas, esa maraña de cabello algo escondía.
“Hay que cortarlo, hay que radicalizarlo, duro con él, que no hay pero que valga, ¡ese piojo verde, si ha de estar, de un pellizco lo voy a sacar!…”
Ese pelo, que karma!
sábado, julio 28, 2007
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1 comentario:
Yo siempre me ando buscando cosas en la cabeza, pelos gruesos, canas, costras, granos, pelones, bultos, yo creo que esun intento por hacerle entender a mi cerebro que sí trato de ponerle atención, pero que si no me da una señal tampoco me voy a arrastrar eternamente...
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